Un ratio representa la relación de cociente entre dos magnitudes
económicas de la empresa. Su utilidad radica en poder obtener una
imagen preliminar de los principales equilibrios financieros de una
sociedad, así como para servir de base de comparación homogénea
entre dos periodos diferentes o compañías, independientemente del
tamaño de cada una de ellas.
Los analistas financieros utilizan estas variables o ratios fundamen-
tales para realizar sus estimaciones y recomendaciones sobre el valor
de las acciones de las compañías cotizadas. Estos ratios nos indican si
el título está infravalorado o sobrevalorado respecto a sus comparables
o su sector. Los múltiplos bursátiles tienen la ventaja de que son muy
intuitivos y fáciles de calcular y entender por el ahorrador. Pero no es
aconsejable utilizalos por separado, porque cada uno de ellos no da una
información completa, sino parcial. Por eso, a la hora de tomar una
decisión de inversión, es recomendable valorar una compañía por la
suma de varios ratios.
Los ratios o instrumentos más utilizados en el análisis bursátil son:
a) El PER (Price earning ratio, o ratio precio beneficio) es el más
utilizado de los indicadores. Se define como la relación existente entre
el precio o cotización de una acción y el beneficio neto que esa acción
genera. El PER nos dice cuántas veces está incluido el beneficio en el
precio o, en otras palabras, cuántos años de beneficio actual se pagan
comprando una acción. De esta manera, se puede determinar lo cara o
lo barata que cotiza una compañía en bolsa. Se expresa así:
PER = Precio de cotización/Beneficio neto por acción
También se puede calcular como:
PER = Capitalización/Beneficio de la empresa
Supongamos que la cotización en bolsa de una acción de la Socie-
dad X es de 10 euros, y el beneficio neto por acción es de 0,5 euros. En
consecuencia, el PER de la sociedad será de 20 veces.
Este indicador es relativo, ya que debe compararse con valores del
mismo sector o con la media del sector o del mercado, para así sacar
conclusiones que nos orientarán de que el PER de una compañía es bajo
en relación con el sector o los valores considerados, lo cual sería un dato
a favor de la inversión en la misma.

La ventaja del PER es que proporciona un índice para comparar ho-
mogéneamente empresas. No obstante, las diferencias entre empresas
pueden estar derivadas de diferencias en riesgos financiero y operativo,
o de crecimiento. Por ello, se suele estudiar el comportamiento del PER
relativo. El PER relativo se obtiene dividiendo el PER de una acción en
concreto entre el PER del mercado.
La evolución del PER depende de diversos factores ligados a la
economía general o la propia evolución específica de la empresa en su
sector de actividad. Como resultado de su propia formación, el PER de-
penderá de la evolución de la cotización de los títulos. Si éstos suben de
precio, el PER también aumentará. En este caso, los expertos o analistas
identificarán acciones por un PER bajo susceptibles de revalorización.
Por ello, interesará conocer cuáles son los factores o las circunstancias
de la empresa que influyen en un posible aumento del PER. Se puede
decir que, con el resto de factores constantes, se producirán incremen-
tos en el PER si se produce:
– Un aumento de la rentabilidad financiera.
– Una disminución de los tipos de interés.
– Una disminución del riesgo de una empresa.
– El incremento de las tasas de crecimiento de la compañía, que sólo
provocará un aumento del PER si la rentabilidad financiera de la socie-
dad es mayor a la requerida por los accionistas para el nivel de riesgo
de la empresa.
Uno de los problemas del PER es que no es útil para empresas en
pérdidas. Además, no tiene en cuenta las distintas tasas de crecimiento,
lo cual puede llevar a elegir una compañía por el hecho de que tenga un
multiplicador de beneficios más bajo, pero que ello sea consecuencia
de unas expectativas de crecimiento bajas. El «Price Earnings Growth»,
denominado PEG, trata de paliar la debilidad del PER con la introduc-
ción de la tasa de crecimiento.
b) EL PEG (Price Earnings Growth) es un concepto muy relaciona-
do con el PER. Es recomendable para analizar empresas que tienen unas
fuertes tasas de crecimiento. Se expresa así:
PEG = PER/Crecimiento del beneficio neto por acción
Cuanto más reducido sea el valor del PEG, más barata será la em-
presa en cuestión.
Al igual que otros multiplicadores, hay que tomarlo no como una
cifra absoluta, sino como una base para comparar compañías.
Uno de los problemas del PEG es que, pese a que tiene en cuen-
ta el crecimiento de los beneficios, no tiene en cuenta, al menos
explícitamente, los riesgos de la compañía, que pueden ser de tipo
financiero (endeudamiento excesivo, etc.) o de tipo operativo (ele-
vada volatilidad en los ingresos, márgenes, etc.). Otra dificultad con
la que el inversor se encuentra a la hora de utilizar el PEG es la
determinación de qué PER incluimos en el numerador y qué tasa de
crecimiento utilizar en el numerador. La solución que se suele tomar
es incluir en el numerador el PER representativo de ese momento.
En el caso del denominador, la solución no es tan sencilla.
Existen varias recomendaciones. La primera opina que se debe
incluir el crecimiento sostenido de la empresa que es el resultado de
multiplicar la rentabilidad financiera o ROE (rentabilidad sobre re-
cursos propios) por la tasa de retención de beneficios. La segunda es
partidaria de incluir la tasa de crecimiento de beneficios observada
en el pasado, en un periodo lo suficientemente relevante (normal-
mente se considera un periodo de al menos 5 años), y siempre que
existan razones para pensar que esa trayectoria de beneficios no se
romperá. La tercera señala que hay que utilizar la tasa de crecimien-
to estimada.
c) El P/CF (Price Cash Flow), que introduce en el concepto ante-
rior el término «cash-flow» o recursos generados (la suma del beneficio
neto y las amortizaciones). Si el PER nos dice cuántas veces pagamos
el beneficio de la compañía, el P/CF nos dice cuántas veces pagamos el
«cash flow» de la empresa. . Se expresa así:
P/CF = Cotización/Beneficio + amortizaciones por acción
(«cash flow» por acción)
También se puede medir como capitalización entre «cash flow» de
la compañía.

Este indicador nació con el fin de comparar los resultados de las
compañías sobre una base más objetiva, ya que de esa manera se evi-
taban las perturbaciones derivadas de las distintas políticas contables,
sobre todo en las cifras de amortizaciones. De hecho, este indicador
tiene gran importancia en compañías en las que la obsolescencia téc-
nica o física de sus activos tiene trascendencia, por lo que las amor-
tizaciones y renovaciones son relevantes para determinar su futuro.
Este ratio tiene algunas limitaciones: tiende a favorecer a las em-
presas que son intensivas en inmovilizado, en detrimento de otras
que son intensivas en rotación de inventario. Así, si las compañías
eléctricas tienen un importante «cash flow», ya que la partida de
amortizaciones es muy relevante en su cuenta de resultados, las
compañías de distribución tienen cifras bajas de amortización en
comparación con sus beneficios, sobre todo si son dueñas de los edi-
ficios que utilizan, porque su negocio consiste en rotar su inventario.
d) El «pay-out» mide el porcentaje de los beneficios que la em-
presa destina a los accionistas vía dividendos. Se expresa así:
Pay-Out = Dividendo por acción/Beneficio neto por acción
Este indicador nos señala la política de dividendos de la empresa,
que puede destinar parte o todos los beneficios para los accionistas
y el resto o todo, a la constitución de reservas. El inversor deberá va-
lorar esta política en función del horizonte temporal de su inversión,
de sus expectativas de dividendos y de lo que supone de refuerzo de
la estructura financiera de la empresa el incremento de sus reservas.
Las empresas más defensivas son las que suelen destinar un ma-
yor porcentaje de sus beneficios a retribuir a sus accionistas. Por el
contrario, la mayoría de empresas de fuerte crecimiento no reparten
beneficios entre sus acciones, sino que dedican esa caja a financiar
sus inversiones.
Si el motivo de repartir pocos dividendos es la financiación de
un interesante plan de expansión, el mercado seguirá apostando por
ese valor. Si el «pay-out» es bajo pero no está clara la política de
crecimiento de la empresa, el mercado tenderá a penalizarla.
Lo que el mercado castiga especialmente es que se produzca
una caída del «pay-out» y no queden suficientemente explicados
los motivos. El mercado podría entender que la empresa atraviesa
problemas de financiación.
e) ROA (rentabilidad sobre activos): este ratio pone en relación
el beneficio obtenido por la empresa con el tamaño de su balance.
Mide si el crecimiento de la empresa va acompañado del mante-
nimiento de sus niveles de rentabilidad o si, por el contrario, este
crecimiento está implicando un progresivo deterioro en sus niveles
de rentabilidad.
ROA = Beneficio neto/Activo total de la empresa
f) ROE (rentabilidad sobre recursos propios): es el ratio de renta-
bilidad más significativo, ya que mide el rendimiento que la empresa
obtiene de sus fondos propios, es decir, de los fondos que los accio-
nistas tienen comprometidos en la empresa. La evolución de este
ratio tendrá un impacto significativo en la cotización de la acción.
ROE = Beneficio neto/Recursos propios
g) El ROM («Return on market value», o rendimiento sobre va-
lor de mercado) es el indicador que nos señala la rentabilidad de la
empresa en relación con la capitalización bursátil. Se expresa como:
ROM = Beneficio de la empresa/Capitalización bursátil
h) La rentabilidad del accionista, que se mide por varios ratios:
Rentabilidad nominal = Dividendo repartido/Capital nominal
Rentabilidad efectiva = Dividendo repartido – Impuestos + De-
rechos/Valor efectivo de la acción
Rentabilidad real = Dividendo repartido + Reservas/Valor efec-
tivo de la acción
i) PVC (Precio valor contable): mide la relación de la cotización
con el valor contable o teórico de la acción, que nos indicará la
sobrevaloración o infravaloración con que cotiza sobre el valor en
libros de la sociedad cotizada.
PVC = Cotización de la acción/Valor contable de la acción
El valor teórico contable por acción, o simplemente el valor con-
table o valor en libros, porque es el presentado en el balance oficial,
es el resultado de dividir la cifra de recursos propios entre el número
de acciones. Los recursos propios son el resultado de sumar el capi-
tal social (únicamente el correspondiente a las acciones ordinarias)
y la totalidad de las reservas.
j) El descuento de dividendos es un modo de determinación de la
valoración en una empresa cotizada en bolsa, de acuerdo con el que
se determina la cotización de una acción por la capacidad de generar
beneficios distribuibles a los accionistas en el futuro. Siendo C la
cotización de una acción; D’, D’’, D’’’, etc. los dividendos a percibir
en los próximos años y R el tipo de rendimiento aplicable a la me-
jor inversión alternativa y que se valora como coste de oportunidad
tendremos la siguiente formulación:
C = (D’/1+R) + ( D’’/(1+R)2) + (D’’’/(1+R)3) + …(Dn/(1+R)n)
donde el exponente «n» es igual a tiempo medido en años.
k) El rendimiento financiero de las acciones en bolsa, que se ex-
presa por el cociente entre el dividendo y la capitalización bursátil:
Rf = Dividendo/Capitalización bursátil
l) Apalancamiento financiero es un ratio que mide la solvencia
de una empresa. Cuanto menor sea, tanto mayor riesgo financiero
tendrá la compañía.
AF= Pasivo total/Recursos propios
Las empresas con mucho activo fijo financiado a largo plazo, como
las eléctricas o las concesionarias de autopistas, tienen índices de apa-
lancamiento financiero bastante elevados. De ahí que las acciones de
este tipo de sociedades sean muy sensibles a los movimientos en los
tipos de interés.
El riesgo financiero se debe conjugar con el riesgo operativo, que
consiste en la variabilidad del resultado de explotación de la empresa.
Normalmente, compañías con un bajo riesgo operativo suelen tener un
alto riesgo financiero, precisamente por la estabilidad de sus resultados.
La deuda financiera está formada por los pasivos de la empresa que
tienen coste explícito, es decir, se reflejará como un gasto financiero en
la cuenta de pérdidas y ganancias de la sociedad.
Los recursos propios son la parte del pasivo que pertenece exclusi-
vamente a los accionistas de la entidad.
m) Fondo de maniobra: sirve para medir cuál es la situación de li-
quidez una compañía. Es importante para conocer la capacidad de una
empresa para afrontar algún pago imprevisto.
Fondo de maniobra = Activo circulante – pasivo exigible c/p
En principio:
– Fondo de maniobra < 0. Situación apurada de liquidez, ya que la
empresa no cubre con su activo circulante las deudas que vencen en el
próximo año.
– Fondo de maniobra = 0. Liquidez muy ajustada; el simple retraso
en el cobro de un cliente o la ralentización de las ventas puede hacer
que la empresa no pueda atender sus pagos.
– Fondo de maniobra > 0. Situación adecuada. El fondo de maniobra
debe ser positivo y de una cuantía suficiente para que la empresa dis-
ponga de un margen de seguridad.
– No basta únicamente con que el fondo de maniobra sea positivo,
sino que hay que analizar la composición del activo circulante. Puede
suceder, por ejemplo, que la empresa disponga de un fondo de manio-
bra muy elevado por tener el almacén repleto de productos que no es
capaz de vender.