¿Qué consejos pueden darse al recién llegado a bolsa?

Quien quiera invertir en bolsa por primera vez, puede tomar nota de
estos consejos, fruto de la experiencia de muchos inversores:
– Déjese aconsejar por un experto, puesto que es muy difícil ana-
lizar individualmente los múltiples factores que inciden sobre los
precios bursátiles.
– Desconfíe del asesor que le promete altas rentabilidades, por-
que la bolsa es un mercado de incertidumbre y riesgo, donde nadie
puede asegurar una ganancia elevada. Piense que si ello fuera así, el
asesor no se dedicaría a asesorar, sino a invertir directamente su pro-
pio patrimonio para alcanzar las ganancias que promete.
– Invierta en valores líquidos: si usted desea poder recuperar su
dinero cuando lo necesite, fíjese en aquellos valores que muestren
una frecuencia y volumen de contratación elevado para poder des-
hacer posiciones fácilmente y cuando se desee.
– No invierta en mercado sobrecomprado: este fenómeno se
produce cuando ya hay un gran número de inversores dentro del
mercado, que han ido comprando valores al ver que las cotizacio-
nes subían sin cesar (lo que se suele llamar burbuja financiera). Es
cuando la bolsa se convierte en comentario habitual en reuniones
sociales, en el trabajo, en los bares, en la calle… En momentos así
es más difícil que entre dinero nuevo para mover las cotizaciones
al alza, por lo que es preferible no tomar posiciones en renta
variable.
– Diversifique su inversión: para aminorar los riesgos, invierta un
porcentaje de su cartera en renta fija y otro en renta variable. Com-

bine también valores y sectores distintos para compensar riesgos.
Como se suele decir en lenguaje coloquial: no ponga todos los hue-
vos en la misma cesta.
– Venda cuando considere que ya tiene una ganancia aceptable,
aunque el valor siga subiendo. No espere a la última subida, pues
un cambio de tendencia puede hacerle perder lo ganado. Hay otro
dicho bursátil al respecto: «el último euro, que se lo lleve otro».
– Invierta en valores con buenos datos fundamentales y solidez:
Es conveniente invertir en compañías de «canto dorado», con balan-
ces saneados y con resultados recurrentes. En el mercado se suelen
denominar «blue chips». Sea especialmente cauteloso, al invertir en
pequeños y medianos valores, también conocidos como «chicharros».
Estos son altamente especulativos. Pueden dar buenas ganancias, pero
también son susceptibles de fuertes caídas por el escaso volumen de
títulos negociados.
– Vigile periódicamente las cotizaciones: una cartera de inversión
no es eterna y hay que manejarla (comprar y vender acciones). La
pereza no es propia del bolsista. Actúe con rapidez para descubrir
nuevas oportunidades de inversión.
– Hay que saber vender a tiempo cuando ya se ha ganado, o
bien cuando se pierde para evitar males mayores. La disciplina es
muy importante a la hora de invertir en bolsa. Es mejor perder que
«perder más».
– No es preciso tener invertido todo nuestro capital: es preferible
tener disponibilidades líquidas suficientes para operar a corto plazo
en determinadas oportunidades.
– Invierta en bolsa aquella parte de sus ahorros que pueda perder
sin que le suponga una situación de endeudamiento difícil o que
pueda hacer peligrar su patrimonio personal y familiar. No olvide
que la inversión en acciones es una inversión de riesgo.
– La bolsa no es un juego de azar, sino que se mueve por muchos
condicionantes que deben analizarse para conseguir la máxima ren-
tabilidad. Quien crea que la bolsa es un juego donde siempre se gana
en periodos alcistas, no tiene memoria histórica bursátil.
– Defina sus objetivos antes de invertir, plazo y riesgos para su
inversión. Cada inversor tiene un diseño de cartera específico, con-

dicionado por su patrimonio, edad, aversión al riesgo, expectativas
de beneficio, etc… En suma, por su perfil inversor.
– Evite la «sobrediversificación». Dispersar en exceso sus inver-
siones dificulta la vigilancia de los valores. Es conveniente asumir un
compromiso entre control y diversificación.
– No invierta indiscriminadamente en valores a la baja porque
crea que remontarán. Esa persistencia a la baja puede demostrar una
difícil situación de la empresa, que quizás provoque nuevas caídas.
– Invierta con intermediarios bursátiles registrados en la Comi-
sión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). No se deje sor-
prender por ningún «chiringuito» financiero de los que actúan en
el mercado sin estar autorizados y sin los requisitos exigidos a las
agencias y sociedades de valores y bolsa. Desconfíe de los que le
ofrezcan rentabilidades excesivas y compruebe que su intermediario
está debidamente registrado en la CNMV. Puede acceder al registro
de entidades autorizadas para ofrecer servicios de inversión en la
página web del regulador: www.cnmv.es.
– Evite entrar en valores que se encuentren en máximos de cotiza-
ción. En estos casos, lo más adecuado es esperar recortes. Es posible
que muchos inversores aprovechen para recoger beneficios.
– Evite las inversiones a corto plazo, reservadas para especulado-
res. Estos abren y cierran operaciones en un mismo día y cuentan
con una elevada velocidad de reacción, gracias a los avanzados sis-
temas de inversión que emplean. No obstante, se requiere una dedi-
cación exclusiva al mercado y una vigilancia permanente. El inversor
normal en bolsa debe tener un horizonte temporal más amplio, que
le permita digerir los datos y extraer conclusiones sobre la conve-
niencia de invertir en tal o cual valor.
– Infórmese al máximo. Para ello, tiene a su alcance multitud de
datos, informes e indicadores de carácter público que le permiten
estar al tanto de lo que sucede en los valores y sus empresas emi-
soras.
– Compre barato y venda caro. Es una de las máximas de la inver-
sión. Analice siempre el precio. Las técnicas de análisis fundamental
y análisis técnico aportan información sobre la infravaloración o so-
brevaloración de cada acción. Dedique un tiempo a estudiarlo.

– No invierta a crédito. No se endeude para invertir en el merca-
do, si no tiene una certeza de la revalorización de las cotizaciones.
La inversión a crédito es desaconsejable para un inversor poco ex-
perto en el mercado y para aquel a quien el endeudamiento pueda
provocar un peligro para su patrimonio familiar y personal.
– Tome sus decisiones de inversión en bolsa con rapidez. Una
demora en la ejecución de una decisión puede haber modificado el
panorama en sentido contrario a su interés. La agilidad operativa es
importante, y no sólo por su parte, sino también por parte del in-
termediario bursátil, que debe seguir sus instrucciones con la mayor
prontitud. Internet es una gran herramienta para el pequeño inversor.
– Haga las órdenes sobre compra o venta de valores cotizados
a su intermediario bursátil o banco con claridad y exactitud, para
evitar problemas posteriores. Establezca exactamente el día de eje-
cución de la orden, precio o banda de precios de compra o venta de
los valores y plazo de validez de la orden para evitar las sorpresas de-
rivadas de las oscilaciones inmediatas de las cotizaciones bursátiles.
– Sea especialmente prudente con los valores o mercados que le
sean desconocidos por muy atractivos, sofisticados o exóticos que
le parezcan, porque la atracción por lo desconocido y más novedo-
so puede generarle pérdidas incalculables. Los mercados de países
emergentes o los mercados de productos derivados tienen un alto
riesgo, que va ligado a relevantes pérdidas o ganancias, incluso con
el auxilio de expertos conocedores de los mismos.
– No coloque todos sus ahorros en bolsa. La bolsa es una inver-
sión de riesgo y, por lo tanto, generadora de pérdidas o ganancias.
Por ello, se recomienda que un patrimonio se diversifique en activos
mobiliarios e inmobiliarios, con sólo una parte destinada a la inver-
sión bursátil directa. Lo dedicado a la renta variable dependerá del
perfil humano y personal del ahorrador, en función de su edad, de
sus perspectivas vitales y de su aversión o no al riesgo que generen
las inversiones en bolsa.